Criacionismo, design inteligente e teoria da evolução

Hoje a Teoria da Evolução está completando 150 anos, pois foi no dia 1º de julho de 1858, junto com Alfred Russell Wallace, que Charles Darwin a apresentou em Londres.

Mas a Teoria da Evolução é frequentemente rejeitada, seja na forma do criacionismo mais tradicional ou do seu primo pseudocientífico mais recente, o design inteligente.

Cultos e cultura indígena

Religiosos prometem respeitar culto e cultura indígena
Pastores de igrejas evangélicas, pentecostais, neopentecostais e da Igreja Católica comprometeram-se, junto ao Ministério Público do Mato Grosso do Sul em Dourados a respeitar a liberdade cultural indígena, capacitar pessoas que atuam nas aldeias e limitar os níveis de som durante os cultos e eventos que organizam nas comunidades locais. A notícia é da Agência Latino-Americana e Caribenha de Comunicação – ALC -, 29-05-2008.

Duas delegações guaranis procuraram o escritório local da Fundação Nacional do Índio (Funai) com a finalidade de se queixar de pastores evangélicos, pois demonizam cultos indígenas e qualificam o “nhanderu” (líder religioso indígena) de enviado do diabo.

Segundo os índios, pastores dizem que “nosso trabalho, nossa reza, nossa dança é anhá – coisa ruim, do demônio -, e o urucum que nós usa no rosto, dizem que é bosta do rabudo, do Satanás”, contou o nahnderu guarani-caiuá Getúlio de Oliveira, um dos que foi procurar a Funai.

Nas contas dele, a reserva guarani de Dourados, com uma área de 3,4 mil hectares, onde vivem 12 mil índios, abriga 36 templos evangélicos, o que dá a média de uma igreja para cada grupo de 330 índios. Dourados fica a 224 km de Campo Grande, capital do Estado do Mato Grosso do Sul.

A primeira cláusula do “Termo de ajustamento de conduta”, assinado no dia 5 de maio na 10ª Promotoria de Justiça de Dourados, compromete os signatários do documento a observarem a liberdade cultural nas aldeias Bororó, Jaguapiru e Panambizinho, que integram a reserva de Dourados, “respeitando todas as danças e rezas típicas”. O descumprimento de alguma cláusula implicará multa ao infrator.

Assinaram o Termo de ajustamento os representantes das igrejas presentes nas aldeias indígenas de Dourados: Pentecostal Indígena de Jesus; Evangélica Casa do Oleiro; Pentecostal Avivamento da Última Hora; Pentecostal Cantares de Salomão; Assembléia de Deus; Nova Jerusalém Indígena; Pentecostal Jesus é o Caminho Indígena; Pentecostal de Jesus Cristo; Pentecostal Alicerce de Fogo; Congregação Cristã do Brasil; Pentecostal Indígena Jesus é a Luz; Evangélica Pentecostal Estrela da Manhã; Evangélica Pentecostal Deus é o Amanhã; Pentecostal Deus é Amor; Maranatha; Luz e Amor; Centro de Formação Nossa Senhora Guadalupe, da Igreja Católica; União das Famílias Indígena Jaguapiru; Missão Metodista Tapeporã; Missão Evangélica Caiuá, da Igreja Presbiteriana.

 

Religiosos prometen respetar culto y cultura indígena
Pastores de iglesias evangélicas, pentecostales, neopentecostales y de la Iglesia Católica se comprometieron, junto al Ministerio Público del Mato Grosso del Sur, a respetar la libertad cultural indígena, capacitar personas que actúan en las aldeas y limitar los niveles de sonido durante los cultos y eventos que organizan en las comunidades locales.

Campo Grande, jueves, 29 de mayo de 2008

Dos delegaciones guaraníes concurrieron a la oficina local de la Fundación Nacional del Indígena (Funai) con la finalidad de quejarse de pastores evangélicos, que demonizan los cultos indígenas y califican al “nhanderu” (líder religioso indígena) de enviado del diablo.

Según los indígenas, pastores dicen que “nuestro trabajo, nuestra oración, nuestra danza es cosa ruin, del demonio -, y el urucum que nosotros usamos en el rostro, dicen que es bosta del rabudo, de Satanás”, contó el nahnderu guaraní-caiuá Getúlio de Oliveira, en uno de los hechos denunciados al Funai.

En números de la comunidad, la reserva guaraní de Dourados, cuenta con un área de 3,4 mil hectáreas, donde viven 12 mil indígenas, abriga 36 templos evangélicos, lo que da la media de una iglesia para cada grupo de 330 indígenas. Dourados dista a 224 kilómetros de Campo Grande, capital del Estado del Mato Grosso del Sur.

La primera cláusula del “Término de ajustamiento de conducta”, firmado el día 5 de mayo en la 10ª Promotora de Justicia de Dourados, compromete a los firmantes del documento a observar la libertad cultural en las aldeas Bororó, Jaguapiru y Panambizinho, que integran la reserva de Dourados, “respetando todas las danzas y rezos típicos”. El incumplimiento de alguna cláusula implicará multa al infractor.Suscribieron el Término de ajustamiento los representantes de las iglesias presentes en las aldeas indígenas de Dourados: Pentecostal Indígena de Jesús; Evangélica Casa del Alfarero; Pentecostal Avivamiento de la Última Hora; Pentecostal Cantares de Salomón; Asamblea de Dios; Nueva Jerusalén Indígena; Pentecostal Jesús es el Camino Indígena; Pentecostal de Jesucristo; Pentecostal Cimiento de Fuego; Congregación Cristiana del Brasil; Pentecostal Indígena Jesús es la Luz; Evangélica Pentecostal Estrella de la Mañana; Evangélica Pentecostal Dios es el Mañana; Pentecostal Dios es Amor; Maranatha; Luz es Amor; Centro de Formación Nuestra Señora Guadalupe, de la Iglesia Católica; Unión de las Familias Indígenas Jaguapiru; Misión Metodista Tapeporã; Misión Evangélica Caiuá, de la Iglesia Presbiteriana.

Fonte: O texto foi transcrito na íntegra de IHU On-Line: 30/05/2008 e da ALC – Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación: 29 de mayo de 2008.

Martini pede a reforma da Igreja

Juan G. Bedoya, em El País, nos mostra que o recém-lançado livro do cardeal Carlo Martini, Jerusalemer Nachtgespräche – Colóquios noturnos em Jerusalém -, continua a repercutir.

Leia o artigo em El País: Martini pide la reforma de la Iglesia: Madrid, 25/05/2008.

“La Iglesia debe tener el valor de reformarse”. Ésta es la idea fuerza del cardenal Carlo Maria Martini (Turín, 1927), uno de los grandes eclesiásticos contemporáneos. Con elogios al reformador protestante Martín Lutero, el cardenal le pide a la Iglesia católica “ideas” para discutir hasta la posibilidad de ordenar a viri probati (hombres casados, pero de probada fe), y a mujeres. También reclama una encíclica que termine con las prohibiciones de la Humanae Vitae, emitida por Pablo VI en 1968 con severas censuras en materia de sexo.

El cardenal Martini ha sido rector de la Universidad Gregoriana de Roma, arzobispo de la mayor diócesis del mundo (Milán) y papable. Es jesuita, publica libros, escribe en los periódicos y debate con intelectuales. En 1999 pidió ante el Sínodo de Obispos Europeos la convocatoria de un nuevo concilio para concluir las reformas aparcadas por el Vaticano II, celebrado en Roma entre 1962 y 1965. Ahora vuelve a la actualidad porque se publica en Alemania (por la editorial Herder) el libro Coloquios nocturnos en Jerusalén, a modo de testamento espiritual del gran pensador. Lo firma Georg Sporschill, también jesuita.

Sin tapujos, lo que reclama Martini a las autoridades del Vaticano es coraje para reformarse y cambios concretos, por ejemplo, en las políticas del sexo, un asunto que Carlo Maria Martini (1927-2012)siempre desata los nervios y las iras en los papas desde que son solteros.

El celibato, sostiene Martini, debe ser una vocación porque “quizás no todos tienen el carisma”. Espera, además, la autorización del preservativo. Y ni siquiera le asusta un debate sobre el sacerdocio negado a las mujeres porque “encomendar cada vez más parroquias a un párroco o importar sacerdotes del extranjero no es una solución”. Le recuerda al Vaticano que en el Nuevo Testamento había diaconesas.

Son varios los periódicos europeos que ya se han hecho eco de la publicación de Coloquios nocturnos en Jerusalén, subrayando la exhortación del cardenal a no alejarse del Concilio Vaticano II y a no tener miedo de “confrontarse con los jóvenes”.

Precisamente, sobre el sexo entre jóvenes, Martini pide no derrochar relaciones y emociones, aprendiendo a conservar lo mejor para la unión matrimonial. Y rompe los tabúes de Pablo VI, Juan Pablo II y el papa actual, Joseph Ratzinger. Dice: “Por desgracia, la encíclica Humanae Vitae ha tenido consecuencias negativas. Pablo VI evitó de forma consciente el problema a los padres conciliares. Quiso asumir la responsabilidad de decidir a propósito de los anticonceptivos. Esta soledad en la decisión no ha sido, a largo plazo, una premisa positiva para tratar los temas de la sexualidad y de la familia”.

El cardenal pide una “nueva mirada” al asunto, cuarenta años después del concilio. Quien dirige la Iglesia hoy puede “indicar una vía mejor que la propuesta por la Humanae Vitae”, sostiene.

Sobre la homosexualidad, el cardenal dice con sutileza: “Entre mis conocidos hay parejas homosexuales, hombres muy estimados y sociales. Nunca se me ha pedido, ni se me habría ocurrido, condenarlos”.

Martini aparece en el libro con toda su personalidad a cuestas, de una curiosidad intelectual sin límites. Hasta el punto de reconocer que cuando era obispo le preguntaba a Dios: “¿Por qué no nos ofreces mejores ideas? ¿Por qué no nos haces más fuertes en el amor y más valientes para afrontar los problemas actuales? ¿Por qué tenemos tan pocos curas?”

Hoy, retirado y enfermo -acaba de dejar Jerusalén, donde vivía dedicado a estudiar los textos sagrados, para ser atendido por médicos en Italia-, se limita a “pedir a Dios” que no le abandone.

Además del elogio a Lutero, el cardenal Martini desvela sus dudas de fe, recordando las que tuvo Teresa de Calcuta. También habla de los riesgos que un obispo tiene que asumir, en referencia a su viaje a una cárcel para hablar con militantes del grupo terrorista Brigadas Rojas. “Los escuché y rogué por ellos e incluso bauticé a dos gemelos hijos de padres terroristas, nacidos durante un juicio”, relata.

“He tenido problemas con Dios”, confiesa en un determinado momento. Fue porque no lograba entender “por qué hizo sufrir a su Hijo en la cruz”. Añade: “Incluso cuando era obispo algunas veces no lograba mirar un crucifijo porque la duda me atormentaba”. Tampoco lograba aceptar la muerte. “¿No habría podido Dios ahorrársela a los hombres después de la de Cristo?” Después entendió. “Sin la muerte no podríamos entregarnos a Dios. Mantendríamos abiertas salidas de seguridad. Pero no. Hay que entregar la propia esperanza a Dios y creer en él”.

Desde Jerusalén la vida se ve de otra manera, sobre todo las parafernalias de Roma. Martini lo cuenta así: “Ha habido una época en la que he soñado con una Iglesia en la pobreza y en la humildad, que no depende de las potencias de este mundo. Una Iglesia que da espacio a las personas que piensan más allá. Una Iglesia que transmite valor, en especial a quien se siente pequeño o pecador. Una Iglesia joven. Hoy ya no tengo esos sueños. Después de los 75 años he decidido rogar por la Iglesia”.

 

Leia a tradução em IHU On-Line de 27/05/2008: Martini pede a reforma da Igreja.

“A Igreja deve ter o valor de se reformar.” Essa é a idéia principal do cardeal Carlo Maria Martini (nascido em Turim em 1927), um dos grandes eclesiásticos contemporâneos. Com elogios ao reformador protestante Martinho Lutero, o cardeal pede à Igreja Católica “idéias” para discutir, até a possibilidade de ordenar “viri probati” (homens casados, mas de fé comprovada) e mulheres. Também pede uma encíclica que termine com as proibições da Humanae Vitae, emitida por Paulo 6º em 1968 com severas censuras em matéria de sexo.

O cardeal Martini foi reitor da Universidade Gregoriana de Roma, arcebispo da maior diocese do mundo (Milão) e papável. É jesuíta, publica livros, escreve em jornais e debate com intelectuais. Em 1999 pediu diante do Sínodo de Bispos Europeus a convocação de um novo concílio para concluir as reformas postergadas pelo Vaticano II, realizado em Roma entre 1962 e 1965. Agora volta à atualidade porque se publica na Alemanha (pela editora Herder) o livro “Colóquio Noturnos em Jerusalém”, como testamento espiritual do grande pensador. É assinado por Georg Sporschill, também jesuíta.

Sem disfarces, o que Martini pede às autoridades do Vaticano é coragem para reformar-se e mudanças concretas, por exemplo, nas políticas sobre o sexo, um assunto que sempre desata os nervos e as iras dos papas, já que são solteiros.

O celibato, afirma Martini, deve ser uma vocação, porque “talvez nem todos tenham o carisma”. Espera também a autorização do preservativo. E nem sequer o assusta um debate sobre o sacerdócio negado às mulheres, porque “encomendar cada vez mais paróquias a um pároco ou importar sacerdotes do estrangeiro não é uma solução”. Lembra ao Vaticano que no Novo Testamento havia diaconisas.

Vários jornais europeus divulgaram a publicação de “Colóquios Noturnos em Jerusalém”, salientando a exortação do cardeal a não se afastar do concílio Vaticano II e a não ter medo de “confrontar-se com os jovens”.

Exatamente sobre o sexo entre jovens, Martini pede para não desperdiçar relações e emoções, aprendendo a conservar o melhor para a união matrimonial. E rompe os tabus de Paulo 6º, João Paulo 2º e o atual papa, Joseph Ratzinger. Diz: “Infelizmente, a encíclica Humanae Vitae teve conseqüências negativas. Paulo 6º evitou de forma consciente o problema para os padres conciliares. Quis assumir a responsabilidade de decidir sobre os anticoncepcionais. Essa solidão na decisão não foi, em longo prazo, uma premissa positiva para tratar dos temas da sexualidade e da família.”

O cardeal pede um “novo olhar” para o assunto, 40 anos depois do concílio. Quem dirige a Igreja hoje pode “indicar uma via melhor do que a proposta pela Humanae Vitae”, afirma.

Sobre a homossexualidade, o cardeal diz com sutileza: “Entre meus conhecidos há casais homossexuais, homens muito estimados e sociais. Nunca me pediram, nem teria me ocorrido, condená-los.”

Martini aparece no livro com toda a sua personalidade, de uma curiosidade intelectual sem limites. A ponto de reconhecer que quando era bispo perguntava a Deus: “Por que não nos dá idéias melhores? Por que não nos faz mais fortes no amor e mais valentes para enfrentar os problemas atuais? Por que temos tão poucos padres?”

Hoje, aposentado e doente – acaba de deixar Jerusalém, onde vivia dedicado a estudar os textos sagrados, para ser tratado por médicos na Itália -, limita-se a “pedir a Deus” que não o abandone.

Além do elogio a Lutero, o cardeal Martini revela suas dúvidas de fé, lembrando as que teve Teresa de Calcutá. Também fala sobre os riscos que um bispo tem de assumir, referindo-se a sua viagem a uma prisão para falar com militantes do grupo terrorista Brigadas Vermelhas. “Os escutei e roguei por eles e inclusive batizei dois gêmeos filhos de pais terroristas, nascidos durante um julgamento”, relata.

“Eu tive problemas com Deus”, confessa em determinado momento. Foi por não conseguir entender “por que fez seu filho sofrer na cruz”. Acrescenta: “Inclusive quando era bispo algumas vezes não conseguia olhar para o crucifixo porque a dúvida me atormentava”. Também não conseguia aceitar a morte. “Deus não poderia tê-la poupado aos homens, depois da de Cristo?” Depois entendeu. “Sem a morte não poderíamos nos entregar a Deus. Manteríamos abertas saídas de segurança. Mas não. É preciso entregar a própria esperança a Deus e crer nele.”

De Jerusalém a vida se vê de outra maneira, sobretudo as parafernálias de Roma. É o que conta Martini: “Houve uma época em que eu sonhei com uma Igreja na pobreza e na humildade, que não dependesse das potências deste mundo. Uma Igreja que desse espaço para as pessoas que pensam mais além. Uma Igreja que transmitisse valor, especialmente a quem se sente pequeno ou pecador. Uma Igreja jovem. Hoje já não tenho esses sonhos. Depois dos 75 anos decidi rezar pela Igreja”.

Nunca mais o “erro de Galileu”
O cardeal Martini sempre se empenhou em estabelecer um terreno comum de discussão entre leigos e católicos, confrontando também aqueles pontos nos quais não há consenso possível. Com essa intenção abriu um dos debates mais saborosos entre intelectuais contemporâneos, publicado em 1995 na Itália com o título de “In cosa crede qui non crede?” (Em que crêem os que não crêem?). Tratava-se de uma série de cartas trocadas entre o cardeal e o escritor Umberto Eco, sobre temas como quando começa a vida humana, o sacerdócio negado à mulher, a ética, ou como encontrar, o laico, a luz do bem. Um setor da hierarquia católica assistiu à controvérsia com indisfarçável incômodo, mas uma década depois o mesmo cardeal Ratzinger, hoje papa Bento 16, enfrentou um debate semelhante com o filósofo alemão Jürgen Habermas sobre a relação entre fé e razão.

O cardeal Martini lamentou em 1995 que sua Igreja vivesse mergulhada em “desolada resignação sobre o presente”. Também admitiu diante de Eco o medo da ciência e do futuro. Então o fez “com tesouros de sutileza”, ele mesmo reconheceu. Dava como testemunho a prudência de Tomás de Aquino em semelhantes compromissos, por medo de Roma, que esteve a ponto de castigar quem hoje é um de seus guias mais ilustres.

O cardeal, já aposentado – quer dizer, mais livre do que quando exercia responsabilidades hierárquicas -, se expressa no novo livro com a sutileza que usou no debate com Umberto Eco, mas coloca sobre a mesa pontos de vista surpreendentes para seus pares, como o controle da natalidade e os preservativos. Soam também como chicotadas seus elogios a Martinho Lutero e o desafio a Roma para que empreenda com coragem algumas das reformas que o frade alemão reclamou em seu tempo.

No fundo de suas manifestações de hoje, em que o cardeal às vezes parece angustiado – com um sentimento mais trágico de sua fé -, surge o debate interminável do confronto entre a Igreja de Roma e a ciência e o pensamento moderno. Novamente é um jesuíta quem volta a colocar a discussão, para desgosto do Vaticano. A vantagem de Martini é que não está mais ao alcance de nenhuma pedrada. O também jesuíta George Tyrrell, o erudito tomista irlandês, foi castigado sem contemplações e suspenso de seus sacramentos. Inclusive teve negada sua sepultura em um cemitério católico quando morreu em 1909. Seu pecado: reivindicar, como Martini, o direito de cada época a “adaptar a expressão do cristianismo às certezas contemporâneas, para apaziguar o conflito absolutamente desnecessário entre fé e ciência, que é um mero espantalho teológico.”

O que buscam todos esses pensadores católicos é espantar qualquer risco de cometer outra vez o erro de Galileu. É outra exigência do cardeal.

O testamento de Martini

Acaba de sair mais um livro de Martini. Com suas “confissões”.

O testamento do cardeal Martini

Como bispo, ele pediu com frequência a Deus: “Por que não nos dás idéias melhores? Por que não nos tornas mais fortes no amor e mais corajosos em afrontar os problemas atuais? Por que temos tão poucos padres?” Hoje, tendo ingressado num estado de ânimo crepuscular, confia no sentido de pedir a Deus para não ser deixado só. Na última estação de sua vida, Carlo Maria Martini se confessa a um co-irmão austríaco e nascem os “Colóquios noturnos em Jerusalém”, recém editados pela Herder na Alemanha, que representam seu testamento espiritual. Confessa ter também estado em conflito com Deus, elogia Martinho Lutero, exorta a Igreja à coragem de reformar-se, de não se afastar do Concílio Vaticano II e de não temer confrontar-se com os jovens. Um bispo, recorda, deve também saber ousar, como quando ele foi ao cárcere falar com militantes das Brigadas Vermelhas “e eu os escutei e orei por eles e batizei até um par de gêmeos de genitores terroristas, nascidos durante um processo”. A reportagem é de Marco Politi e publicada pelo jornal La Repubblica, 19-05-2008.

Carlo Maria Martini em 1963 quando começou a lecionar no BíblicoCom o padre Georg Sporschill, também ele jesuíta, o ex-arcebispo de Milão é de uma sinceridade total. Sim, admite, “tive dificuldades com Deus”. Não conseguia entender por que razão teria feito sofrer seu Filho na cruz. “Mesmo como bispo de vez em quando eu não conseguia olhar para um crucifixo, porque a interrogação me atormentava”. E nem mesmo a morte eu conseguia aceitar. Deus não teria podido poupá-la aos homens após a morte de Cristo?

Depois entendeu. “Sem a morte não poderemos dar-nos totalmente a Deus. Manteríamos abertas as saídas de segurança”. E, no entanto, não é assim.

É preciso confiar nossa própria esperança a Deus e nele crer. “Eu espero poder pronunciar na morte este sim a Deus”.

No entanto, se pudesse falar com Jesus, Carlo Maria Martini lhe perguntaria “se ele me ama não obstante as minhas fraquezas e os meus erros e se vier me buscar na morte, se me há de acolher”, Os discursos de Jerusalém são como um longo simpósio noturno, sem bebidas, alimentados somente pelo fluxo dos raciocínios, garantidos pelas quentes sombras de uma noite que se prolonga até o alvorecer. Houve um tempo – conta – no qual “sonhei com uma Igreja na pobreza e na humildade, que não dependesse das potências deste mundo. Uma Igreja que concede espaço às pessoas que pensam mais além. Uma Igreja que dá coragem, especialmente a quem se sente pequeno ou pecador. Uma Igreja jovem. Hoje já não tenho mais tais sonhos. Após os setenta e cinco anos decidi rezar pela Igreja”.

E, no entanto, aos oitenta e um anos, o cardeal, grande biblista, não deixa de sugerir à Igreja que tenha coragem e ouse reformas. É essencial ter a capacidade de andar ao encontro do futuro. O celibato, explica, deve ser uma verdadeira vocação. Talvez nem todos tenham o carisma. Confiar a um pároco sempre mais paróquias ou importar padres do exterior não é uma solução. “A Igreja deverá fazer surgir alguma idéia. A possibilidade de ordenar homens provados (isto é, homens casados com fé provada, ndt) é discutida”. Até o sacerdócio feminino não o espanta.

Recorda que o Novo Testamento conhece as diaconisas. Admite que o mundo ortodoxo é contrário. Conta também de num encontro seu com o primaz anglicano Carey, na época em que a Igreja anglicana estava tensa pelas primeiras ordenações de mulheres – sacerdotes (combatidas pelo Vaticano). “Eu lhe disse, para dar-lhe coragem, que esta audácia podia ajudar também a nós a valorizar mais as mulheres e a entender como ir em frente”.

Sobre sexo, o Cardeal convida os jovens a não desperdiçarem relações e emoções, aprendendo a conservar o melhor para a união matrimonial, mas não tem dificuldade em romper tabus cristalizados com Paulo VI, Wojtyla e com Ratzinger. “Infelizmente a encíclica Humanae Vitae provocou alguns desenvolvimentos negativos. Paulo VI subtraiu conscientemente o tema aos padres conciliares” Quis assumir pessoalmente a responsabilidade de decidir sobre os anticoncepcionais. “Esta solidão decisional não foi, em longo prazo, uma premissa positiva para tratar os temas da sexualidade e da família”. A quarenta anos da encíclica, diz Martini, poder-se-ia lançar um “novo olhar” a esta matéria. Porque a Bíblia, recorda, é muito sóbria nas questões sexuais. Muito clara ela é somente em condenar quem irrompe, destruindo, num matrimônio alheio. Quem dirige a Igreja, sublinha, pode hoje “indicar um caminho melhor do que a Humanae Vitae”. O Papa poderia escrever uma nova encíclica.

E a homossexualidade? O purpurado recorda as duras palavras da Bíblia, mas recorda também as práticas sexuais degradantes da Antigüidade. Depois acrescenta delicadamente: “Entre os meus conhecidos há casais homossexuais, homens muito estimados e sociáveis. Jamais me foi perguntado e nem me teria vindo em mente condená-los”. Demasiadas vezes, acrescenta, a Igreja tem se mostrado insensível, principalmente com os jovens nesta condição.

Há um fio vermelho que conecta os seus raciocínios na quietude de Jerusalém. Os fiéis não têm necessidade de quem lhes instile uma consciência má, necessitam ser ajudados a ter uma “consciência sensível”. E sejam estimulados continuamente a pensar, a refletir.

“Deus não é católico”, costuma exclamar Madre Teresa. “Não podes tornar Deus católico”, acentua Martini. Certamente os homens necessitam de regras e limites, mas Deus está além das fronteiras que são erguidas. “Elas nos servem na vida, mas não devemos confundi-las com Deus, cujo coração é sempre mais amplo”

Deus não se deixa domesticar.

Se esta é a perspectiva, é possível dirigir-se a Ele com espírito mais aberto ao não crente ou ao seguidor de uma outra religião. Com quem não crê pode-se discutir sobre os fundamentos éticos que o animam. E é belo caminhar junto a quem tem uma fé diversa da nossa.

“Deixa-te convidar a uma prece com ele – sugere com mansidão Martini – conduze-o alguma vez a um rito teu. Isto não te afastará do cristianismo, ao contrário, aprofundará o teu ser cristão. Não queiras ter medo do estranho”.

Para o cardeal, o grande desafio geopolítico contemporâneo é o choque das civilizações. Os cristãos conhecem verdadeiramente o pensamento e os pensamentos dos muçulmanos – pergunta-se Martini – e como fazer para entendê-los? São três as indicações: desfazer os preconceitos e a imagem do inimigo, porque os terroristas não podem realmente fundar-se no Corão. Estudar as diferenças. Enfim, aproximar-se na prática da justiça, porque o Islã, em última instância, é uma religião filha do cristianismo, assim como o cristianismo descende do judaísmo.

A regra áurea do cristianismo – Martini o acentua neste seu escrito que tanto se assemelha a um testamento espiritual – é “Ama o teu próximo como a ti mesmo”. Além disso, explica com a precisão do estudioso da Bíblia, Jesus diz mais: “Ama o teu próximo porque é como tu”. Daí surge o imperativo de praticar justiça. É terrível, insiste Martini, invocar Deus até na constituição européia, e depois não ser coerentes na justiça. E aqui o cardeal da Santa Igreja Romana toma em mãos o Corão e lê a esplêndida Sura segunda. Não se é justo, se a gente se inclina para orar ao Oriente ou ao Ocidente. Justo é aquele que crê em Alá e no Último Juízo. Justo é aquele que “cheio de amor doa os seus haveres aos parentes, aos órfãos, aos pobres e aos peregrinos”. Quem dá a esmola e resgata os encarcerados. “Este é justo e verdadeiramente temente a Deus”.

Depois torna a refletir sobre o Além. Existe o Inferno? Sim. “Contudo, tenho a esperança que Deus, no final, salve todos”. E, se existem pessoas como um Hitler ou um assassino que abusa de crianças, então talvez a imagem do Purgatório seja um sinal para dizer: “Mesmo que tu tenhas produzido tanto inferno (sobre a terra), talvez após a morte ainda exista um lugar onde possas ser curado”.

Jamais terminariam os discursos noturnos de Jerusalém. Entende-se isto do andamento tranqüilo das perguntas e das respostas. Como do lugar onde prosseguem. Martini retornou entrementes à Lombardia, enfraquecido pelo Parkinson. A quem o escuta, deixa este sinal: “Também podemos lutar com Deus como Jacó, duvidar e debater-nos como Jó, entristecer-nos como Jesus e suas amigas, Marta e Maria. Também estas são veredas que conduzem a Deus”.

Fonte: IHU On-Line: 21/05/2008

 

Martini, il Cardinale e Dio. Il testamento del cardinale

Nell’ ultima stagione della sua vita Carlo Maria Martini si confessa ad un confratello austriaco e ne nascono i “Colloqui notturni a Gerusalemme”, appena editi da Herder in Germania, che rappresentano il suo testamento spirituale. Confessa di essere stato anche in conflitto con Dio, elogia Martin Lutero, esorta la Chiesa al coraggio di riformarsi, a non allontanarsi dal Concilio e a non temere di confrontarsi con i giovani. Un vescovo, rammenta, deve saper anche osare, come quando lui andò in carcere a parlare con militanti delle Brigate Rosse “e li ascoltai e pregai per loro e battezzai pure una coppia di gemelli di genitori terroristi, nata durante un processo”. Da vescovo ha spesso chiesto a Dio: «Perché non ci dai idee migliori? Perché non ci rendi più forti nell’ amore e più coraggiosi nell’ affrontare i problemi attuali? Perché abbiamo così pochi preti?». Oggi, entrato in uno stato d’ animo crepuscolare, confida di domandare a Dio di non essere lasciato solo. Nell’ ultima stagione della sua vita Carlo Maria Martini si confessa ad un confratello austriaco e ne nascono i “Colloqui notturni a Gerusalemme”, appena editi da Herder in Germania, che rappresentano il suo testamento spirituale. Confessa di essere stato anche in conflitto con Dio, elogia Martin Lutero, esorta la Chiesa al coraggio di riformarsi, a non allontanarsi dal Concilio e a non temere di confrontarsi con i giovani. Un vescovo, rammenta, deve saper anche osare, come quando lui andò in carcere a parlare con militanti delle Brigate Rosse «e li ascoltai e pregai per loro e battezzai pure una coppia di gemelli di genitori terroristi, nata durante un processo». Con padre Georg Sporschill, gesuita anche lui, l’ ex arcivescovo di Milano è di una sincerità totale. Sì, ammette, «ho avuto delle difficoltà con Dio». Non riusciva a capire perché avesse fatto patire suo Figlio in croce. «Persino da vescovo qualche volta non potevo guardare un crocifisso perché l’ interrogativo mi tormentava». E neanche la morte riusciva ad accettare. Dio non avrebbe potuto risparmiarla agli uomini dopo quella di Cristo? Poi ha capito. «Senza la morte non potremmo darci totalmente a Dio. Ci terremmo aperte delle uscite di sicurezza». E invece no. Bisogna affidare la propria speranza a Dio e credergli. «Io spero di poter pronunciare nella morte questo SI’ a Dio». Però, se potesse parlare con Gesù, Carlo Maria Martini gli chiederebbe «se mi ama nonostante le mie debolezze e i miei errori e se mi viene a prendere nella morte, se mi accoglierà». I discorsi di Gerusalemme sono come un lungo simposio notturno, senza bevande, alimentati soltanto dallo scorrere dei ragionamenti, rassicurati dalle ombre calde di una sera che si prolunga fino all’ alba. C’ è stato un tempo – racconta – in cui “ho sognato una Chiesa nella povertà e nell’ umiltà, che non dipende dalle potenze di questo mondo. Una Chiesa che concede spazio alle gente che pensa più in là. Una Chiesa che da coraggio, specialmente a chi si sente piccolo o peccatore. Una Chiesa giovane. Oggi non ho più di questi sogni. Dopo i settantacinque anni ho deciso di pregare per la Chiesa”. Eppure a ottantun anni il cardinale, grande biblista, non rinuncia a suggerire alla Chiesa di avere coraggio e di osare riforme. è essenziale avere la capacità di andare incontro al futuro. Il celibato, spiega, deve essere una vera vocazione. Forse non tutti hanno il carisma. Affidare ad un parroco sempre più parrocchie o importare preti dall’ estero non è una soluzione. “La Chiesa dovrà farsi venire qualche idea. La possibilità di ordinare viri probati (cioè uomini sposati di provata fede, ndr) va discussa”. Persino il sacerdozio femminile non lo spaventa. Ricorda che il Nuovo Testamento conosce le diaconesse. Ammette che il mondo ortodosso è contrario. Ma racconta anche di un suo incontro con il primate anglicano Carey, al tempo in cui la Chiesa anglicana era in tensione per le prime ordinazioni di donne – sacerdote (avversate dal Vaticano). “Gli dissi per fargli coraggio che questa audacia poteva aiutare anche noi a valorizzare di più le donne e a capire come andare avanti”. Sul sesso il cardinale invita i giovani a non sprecare rapporti ed emozioni, imparando a conservare il meglio per l’ unione matrimoniale, ma non ha difficoltà a rompere tabù, cristallizzatisi con Paolo VI, Wojtyla e di Ratzinger. “Purtroppo l’ enciclica Humanae Vitae ha provocato anche sviluppi negativi. Paolo VI sottrasse consapevolmente il tema ai padri conciliari”. Volle assumersi personalmente la responsabilità di decidere sugli anticoncezionali. “Questa solitudine decisionale a lungo termine non è stata una premessa positiva per trattare i temi della sessualità e della famiglia”. A quarant’ anni dall’ enciclica, dice Martini, si potrebbe dare un “nuovo sguardo” alla materia. Perché la Bibbia, ricorda, è molto sobra nelle questioni sessuali. Assai netta è soltanto nel condannare chi irrompe, distruggendo, in un matrimonio altrui. Chi dirige la Chiesa, sottolinea, oggi può “indicare una via migliore dell’ Humanae Vitae”. Il Papa potrebbe scrivere una nuova enciclica. E l’ omosessualità? Il porporato ricorda le dure parole della Bibbia, ma rammenta anche le pratiche sessuali degradanti dell’ antichità. Poi aggiunge delicatamente: “Tra i miei conoscenti ci sono coppie omosessuali, uomini molto stimati e sociali. Non mi è stato mai domandato né mi sarebbe venuto in mente di condannarli”. Troppe volte, soggiunge, la Chiesa si è mostrata insensibile, specie verso i giovani in questa condizione. C’ è un filo rosso che lega i suoi ragionamenti nella quiete di Gerusalemme. I credenti non hanno bisogno di chi instilli loro una cattiva coscienza, hanno bisogno di essere aiutati ad avere una “coscienza sensibile”. E vanno stimolati continuamente a pensare, a riflettere. “Dio non è cattolico”, era solita esclamare Madre Teresa. “Non puoi rendere cattolico Dio”, scandisce Martini. Certamente gli uomini hanno bisogno di regole e confini, ma Dio è al di là delle frontiere che vengono erette. “Ci servono nella vita, ma non dobbiamo confonderle con Dio, il cui cuore è sempre più largo”. Dio non si lascia addomesticare. Se questa è la prospettiva ci si può rivolgere con spirito più aperto al non credente o al seguace di un’ altra religione. Con chi non crede ci si può confrontare sui fondamenti etici, che lo animano. Ed è bello camminare insieme a chi ha una fede diversa. “Lasciati invitare ad una preghiera con lui – suggerisce con mitezza Martini – portalo una volta ad un tuo rito. Ciò non ti allontanerà dal cristianesimo, approfondirà al contrario il tuo essere cristiano. Non avere paura dell’ estraneo”. Per il cardinale la grande sfida geopolitica contemporanea è lo scontro delle civiltà. Conoscono davvero i cristiani il pensiero e i pensieri dei musulmani – si chiede Martini – e come fare per capirsi? Tre sono le indicazioni. Abbattere i pregiudizi e l’ immagine del nemico, perché i terroristi non possono davvero fondarsi sul Corano. Studiare le differenze. Infine avvicinarsi nella pratica della giustizia, perché l’ Islam in ultima istanza è una religione figlia del cristianesimo così come il cristianesimo è figliato dal giudaismo. La regola aurea del cristiano – Martini lo ribadisce in questo suo scritto che assomiglia tanto ad un testamento spirituale – è “Ama il tuo prossimo come te stesso”. Anzi, spiega con la precisione dello studioso della Bibbia, Gesù dice di più: “Ama il tuo prossimo perché è come te”. Da lì sorge l’ imperativo a praticare giustizia. è terribile, insiste Martini, invocare magari Dio nella costituzione europea, e poi non essere coerenti nella giustizia. E qui il cardinale di Santa Romana Chiesa tira fuori il Corano e legge la splendida sura seconda. Non si è giusti, se ci si inchina per pregare a oriente o a occidente. Giusto è colui che crede in Allah e nell’ Ultimo Giudizio. Giusto è colui che “pieno di amore dona i suoi averi ai parenti, agli orfani, ai poveri e ai pellegrini”. Chi fa l’ elemosina e riscatta gli incarcerati. “Costui è giusto e veramente timorato di Dio”. Poi torna riflettere sull’ Al di là. C’ è l’ Inferno? Sì. “Eppure ho la speranza che Dio alla fine salvi tutti”. E se esistono persone come un Hitler o un assassino che abusa di bambini, allora forse l’ immagine del Purgatorio è un segno per dire: “Anche se tu hai prodotto tanto inferno (sulla terra) forse dopo la morte esiste ancora un luogo dove puoi essere guarito”. Non finirebbero mai i discorsi notturni di Gerusalemme. Lo si capisce dall’ andamento quieto delle domande e delle risposte. Come onde che si susseguono. Martini nel frattempo è rientrato in Lombardia, fiaccato dal Parkinson. A chi lo ascolta, lascia questo segnale: “Possiamo anche lottare con Dio come Giacobbe, dubitare e dibatterci come Giobbe, rattristarci come Gesù e le sue amiche Marta e Maria. Anche questi sono sentieri che portano a Dio”.

O artigo é de Marco Politi e foi publicado no jornal italiano La Repubblica em 19/05/2008

A obra, em alemão, é:

MARTINI, C. M.; SPORSCHILL, G. Jerusalemer Nachtgespräche: Über das Risiko des Glaubens. Freiburg: Herder, 2008, 144 S. – ISBN 9783451059797.

Diz a editora Herder sobre o livro:
Der eine war Kardinal der größten Diözese der Welt, Gelehrter und einer der berühmtesten Kirchenmänner. Der andere hat in Gefängnissen und mit drogenabhängigen Jugendlichen gearbeitet und in den letzten Jahren mit Straßenkindern in Rumänien und Moldawien zusammengelebt. In Jerusalem trafen sie sich und wurden Freunde: Sie suchen nach Antworten auf die kritischen Fragen der Jugend: Was würde Jesus heute tun? Welche Zukunft hat Glauben in Zeiten des Wohlstands? Was ist der Weg der Religionen?

Solidariedade do Pio Brasileiro a bispos ameaçados

Estudantes do Colégio Pio Brasileiro, em Roma, manifestam solidariedade aos três bispos da região amazônica ameaçados de morte. Os atuais estudantes residentes no Pio Brasileiro são provenientes de 67 Dioceses do Brasil, duas Congregações Religiosas, uma Diocese de Angola e seis Dioceses de cinco países latino-americanos: Chile, Colômbia, Equador, Venezuela, Panamá. São 101 estudantes, distribuídos em 11 Universidades Pontifícias em cursos de Mestrado e Doutorado.

Os estudantes manifestam sua solidariedade aos “Bispos do Regional Norte II do Brasil: Dom José Luiz Azcona, da Prelazia do Marajó; Dom Flávio Giovenale, da Diocese de Abaetetuba e Dom Erwin Kräutler, da Prelazia do Xingu, que estão sendo perseguidos e inclusive ameaçados de morte por defenderem irmãs e irmãos excluídos e por denunciarem a violação dos direitos humanos na região”.

Dizem na carta, datada de 9 de maio de 2008, que “na comunhão em Jesus Cristo, queremos estar juntos aos três profetas agredidos em sua missão. A causa que eles defendem queremos fortificá-la, pois suas denúncias também são nossas: a desapropriação das terras dos indígenas, o abandono dos pequenos agricultores, a exploração sexual de crianças e adolescentes e o tráfico de mulheres, a violência urbana e ameaças às lideranças do povo, a evasão escolar na região, a degradação do meio ambiente e a exploração ilícita de madeiras e o tráfico de drogas. Esta situação nos deixa inquietos e nos exige um testemunho cristão”.

E acrescentam: “Fomos enviados pelas nossas comunidades, bispos e provinciais à formação presbiteral continuada e especializada. A partir de nossos estudos nos sentimos cada vez mais próximos de tantas irmãs e irmãos sofridos e excluídos em nossas regiões e que esperam uma presença e testemunho profético de seus pastores. Temos também consciência das lutas travadas por tantos homens e mulheres: religiosos e religiosas, presbíteros e bispos, leigos e leigas na defesa da vida junto ao povo na grande Região Amazônica”.

Leia a carta no site da CNBB.

O Pio Brasileiro foi minha casa em Roma durante seis anos!

 

CNBB leva à Câmara dossiê sobre ameaças de morte a bispos e denúncias de exploração sexual infantil na Amazônia – Notícias UOL: 06/05/2008

Adriana Monteiro

Exploração sexual de crianças e adolescentes, tráfico de mulheres e ameaças de mortes a autores de denúncias de abusos. A CNBB (Conferência Nacional dos Bispos do Brasil) leva hoje a uma audiência na Comissão de Amazônia da Câmara dos Deputados um dossiê de aproximadamente 80 páginas em que cobra ação das autoridades para a situação que considera grave, principalmente no Estado do Pará, onde três bispos católicos foram ameaçados de morte.

A CNBB já vinha tentando, com a ajuda de órgãos internacionais ligados aos direitos humanos, chamar atenção de políticos e da Justiça brasileira para a exploração sexual de crianças e adolescentes na Ilha do Marajó e outros municípios do Pará. Desde 2006, quando a existência de uma rede de exploração de menores na região com a participação de políticos foi denunciada pelo bispo dom José Luiz Azcona, da Prelazia do Marajó, nenhum dos acusados de estupro ou aliciamento na ocasião foi indiciado judicialmente.

“Achamos até que essa audiência já foi marcada por interferência de órgãos internacionais de direitos humanos”, declarou Orlanda Rodrigues Alves, secretária-executiva da CNBB no Pará, referindo-se à audiência que acontece na Câmara.

O dossiê que será apresentado hoje na Câmara já foi recebido pela Anistia Internacional. Ele trata das ameaças de morte sofridas pelos bispos dom José Luiz Azcona, dom Erwin Kräutler (do Xingu), e dom Flavio Giovenale (de Abaetetuba). Constam do dossiê recortes de jornais (16 páginas), 16 cartas encaminhadas a órgãos públicos, entidades ligadas aos direitos humanos e à governadora do Estado, Ana Júlia Carepa, além de 20 páginas de um relatório com perfil das 14 dioceses do Pará e 10 notas de solidariedade recebidas por populares.

“Queremos que essa audiência em Brasília, pelo menos, traga alguma providência concreta para a situação em que vivem essas crianças e adolescentes”, declarou Orlanda.

Rotina de ameaças

O bispo dom José Luiz Azcona sofre ameaças constantes de morte na região. Apesar disso, tem mantido a rotina de trabalho em Soure, onde mora. “Estou nas mãos de Deus”, afirma o religioso, que se recusou a receber segurança diferenciada oferecida pelo governo do Estado. “Ele está irredutível em relação às denúncias e diz que não é o momento para pedir segurança pessoal. Ele sabe que as ameaças vêm por conta das graves denúncias que tem feito e é exatamente por isso que tem evitado falar com a imprensa. Ele confia em Deus para dar a segurança que ele precisa”, relatou Orlanda Alves.

Há duas semanas, Azcona voltou a denunciar a exploração sexual nos municípios da Ilha do Marajó e a ausência de providências do Estado, o qual acusou de “omissão e ingovernabilidade”. Desde então, passou a sofrer novas ameaças e tem evitado contatos com a imprensa. Na tentativa de entrevistá-lo, a reportagem teve de enviar documento formal à CNBB no Pará, mas o bispo só volta a se pronunciar após a audiência desta terça-feira.

Já o bispo dom Erwin Kräutler tem lutado pelos direitos dos meninos emasculados no município de Altamira (oeste do Pará), caso que levou à condenação, em outubro de 2006, o mecânico Francisco das Rodrigues de Brito, 41, a 20 anos e oito meses de prisão pelo homicídio e pela ocultação do cadáver de Jonatham Silva Vieira, 15. No julgamento, o réu teve a pena reduzida em cerca de oito anos por ter sido considerado parcialmente responsável pelos crimes e por tê-los confessado. Brito era acusado de ter matado 42 meninos, entre 1989 e 2003, na região de São Luís (MA) e em Altamira, no Pará, e retirado os órgãos sexuais da maioria deles. O caso ficou conhecido como os meninos emasculados do Maranhão e de Altamira.

Dom Erwin também sofre ameaças por sua atuação contra a forma como o governo do Estado executa a construção da Hidrelétrica de Belo Monte. Segundo ele, o empreendimento não apresentou estudos de impacto ambiental e social necessários para avaliar as condições socioeconômicas das famílias que moram no entorno do projeto. “O caso do dom Erwin é bem mais complicado. Ele tem segurança reforçada, porque sofre ameaças constantes de empresários e políticos da região sul do Estado”, disse Orlanda Alves.

Seis policiais militares se revezam na segurança dele, que é monitorado em regime de 24 horas. “Ele vive prisioneiro dentro de casa. Os policiais ficam em frente à casa, em frente à porta do quarto dele, o acompanham nas celebrações e em todo o lugar que ele anda no município de Xingu. Ele até brinca dizendo que os policiais viraram os seus coroinhas. Na missa, pede que eles abaixem a arma para que possam orar. Quando ele viaja, agentes da polícia federal o esperam no aeroporto. Tem sido bastante difícil, mas necessário”, destacou a secretária.

Secretaria da Segurança

O secretário de Segurança Pública do Estado, Geraldo Araújo, não quis se pronunciar sobre a questão. A assessoria de imprensa do órgão afirmou que Araújo só vai falar sobre o caso na audiência marcada para esta terça-feira na Câmara. Informou ainda que a secretaria ofereceu segurança em níveis diferentes aos três religiosos e que apenas dom Erwin Kräutler aceitou. De acordo com a assessoria, dom Erwin e outras 12 pessoas passam por situação semelhante no Estado (ameaça de morte, mas por diferentes motivos) e recebem segurança máxima, com policiais militares disponíveis 24 horas por dia morando na casa deles.

A identidade das outras 12 pessoas é mantida em sigilo. Dom Luiz Azcona e dom Flavio Giovenale, ainda de acordo com a assessoria da Secretaria da Segurança, recusaram a segurança oferecida pelo Estado, mas, ainda assim, são monitorados por uma “segurança leve”, com rondas diárias em torno da casa deles e em outros locais onde freqüentam. “Eles recusaram a segurança, mas o Estado tem obrigação de garanti-la, como cidadãos que são”, afirmou Orlanda.

O temor da CNBB em relação à segurança dos bispos aumentou depois da morte do agricultor Emival Barbosa Machado, 50 , que foi assassinado com três tiros quando saía de casa, em Tucuruí (sul do Pará), no último dia 14 de abril. Ele estava ameaçado de morte por ter denunciado a exploração ilegal de madeira por empresários nas regiões sul e sudeste do Estado.

Participam da audiência na Câmara nesta terça o presidente da CNBB, dom Geraldo Lyrio Rocha, o secretário da Segurança do Pará, Geraldo Araújo, o secretário da Justiça e da Segurança do Amapá, Aldo Alves Ferreira, o secretário da Segurança de Roraima, Cláudio Lima de Souza, o diretor-geral da Polícia Federal, Luiz Fernando Corrêa, além dos três bispos do Pará dom José Luís Azcona, dom Flavio Giovenale e dom Erwin Kräutler.

Uma prece pelos civis inocentes mortos no Iraque?

Os bastidores de uma paróquia nos EUA. Uma religião patriótica que não criará revoluções

Para entender o que Bento XVI e a Igreja enfrentam nos EUA é preciso conhecer uma comunidade católica. A opinião é de Kenneth Serbin em artigo no jornal O Estado de S. Paulo, 20-04-2008. Serbin leciona história na Universidade de San Diego. É autor do livro Padres, Celibato e Conflito Social: Uma História da Igreja Católica no Brasil, a ser publicado este ano pela Companhia das Letras.

 

Eu sempre me entristeço com o fato de nenhum padre fazer uma prece pelos civis inocentes mortos no Iraque e suas famílias. Esta é uma religião patriótica que não criará revoluções. Anseio por padres com um maior conhecimento do mundo exterior e disposição para pregar sobre algo mais que a moral pessoal.

 

Durante a visita do papa Bento XVI aos Estados Unidos nos últimos dias, muitos católicos prosseguiram com suas atividades diárias provavelmente sem prestar muita atenção ao líder da sua Igreja. Uma visita papal é um evento politicamente fascinante e um dia excepcional de trabalho para a mídia norte-americana, que, espantosamente, tem pouco conhecimento de religião e ainda menos simpatia por ela. Para compreender a real importância dos desafios que Bento XVI e a Igreja enfrentam nos Estados Unidos é preciso acompanhar o que se passa nas comunidades católicas. Eu pertenço a uma dessas comunidades, a Ascension Parish, paróquia localizada num bairro de classe média de San Diego, Califórnia, chamado Tierrasanta, ou Terra Santa, que se entrecruza com conjuntos habitacionais e ruas com nomes hispânicos, uma mania antiga no sul da Califórnia, originalmente habitado por povos indígenas, depois por colonos mexicanos e espanhóis, e depois por norte-americanos. Vivemos a cerca de 30 quilômetros da fronteira de San Ysidro com Tijuana, a mais movimentada passagem fronteiriça do mundo e a única fronteira compartilhada por um país do Primeiro e um do Terceiro Mundo. O sul da Califórnia é um amálgama de pessoas nascidas principalmente nos Estados Unidos, mas procedentes, cada vez mais, da América Latina, Ásia, Oriente Médio, África e outras partes do mundo.

Nossa paróquia tem cerca de 800 famílias inscritas, embora muitas outras participem das Missas de Natal e da Páscoa. Os católicos formam um quarto da população dos Estados Unidos, mas são a maior congregação religiosa do país. A diocese de San Diego, por exemplo, tem uma população de 3 milhões de pessoas – um terço são católicos.

Como ocorre no restante dos Estados Unidos, vivemos em uma comunidade tolerante e pluralista em religião. Além da nossa paróquia, Tierrasanta tem igrejas de luteranos, mórmons, batistas, adventistas do sétimo dia, membros chineses da Igreja Unida de Cristo e outras confissões cristãs. San Diego também tem mesquitas, sinagogas e igrejas ortodoxas.

Dois dos sequestradores envolvidos nos atentados do 11 de Setembro, que jogaram seu avião contra o Pentágono, viviam a poucos quilômetros da nossa casa e frequentavam a mesquita local. Após o 11 de Setembro, a polícia passou a vigiar o local para proteger a mesquita contra possíveis retaliações, mas nunca aconteceu nada.

Minha esposa mineira e eu não nos deixamos envolver pela cultura de consumo hedonista tão fortemente criticada por Bento XVI, como também por seu predecessor, João Paulo II. Mas não temos sido devotos, no sentido de comparecer regularmente à missa e participar dos sacramentos, embora adotemos a identidade católica enraizada na história dos nossos ancestrais. Minha esposa é uma dessas típicas brasileiras católicas que acreditam firmemente em Deus, porém não se identificam muito com a instituição e o seu clero. Fui ainda muito devoto nos meus anos de faculdade, mas essa devoção começou a diminuir quando entrei na pós-graduação, embora tenha me sentido fortemente atraído pela Igreja progressista no Brasil e acabado estudando o clero brasileiro.

Somos muito conservadores e profundamente influenciados pelo catolicismo em nossas vidas pessoais, mas, em se tratando de política e das grandes controvérsias da nossa época, temos opiniões independentes da Igreja ou qualquer outra instituição.Há dois anos e meio, quando nossa filha entrou no jardim de infância, minha mulher e eu começamos a discutir que tipo de educação moral e religiosa nós lhe ofereceríamos. E rapidamente chegamos à conclusão de que ela precisava de uma estrutura moral que a guiasse em sua vida. Ela – e nós – também precisaria ter um sentido maior de comunidade. Afinal, o que é um culto religioso senão a reunião dos fiéis? Queríamos também que nossa filha tivesse um sentido das origens da sua família. E que tivesse um sentido de transcendência e da própria espiritualidade.

Nós a matriculamos nas aulas de catecismo e tentamos ir à missa com ela regularmente. Quando não participávamos da missa, líamos para ela trechos da Bíblia para crianças, em inglês e português. Antes da Páscoa, eu lia trechos da Paixão, quando ela estava na cama. E uma noite, quando eu a cobria para dormir, ela me falou que todas as histórias da Bíblia não eram necessariamente verdadeiras. Já iniciou um interessante diálogo para uma menina de 7 anos de idade!

Há algumas semanas, ela fez sua primeira confissão. Foi uma experiência aterradora. Ela nos perguntou várias vezes o que deveria contar ao padre. No dia designado para a confissão, sentou-se na cadeira diante do padre, numa sala muito bem iluminada. Através da janela, pude vê-la chorando. Sua penitência era simplesmente tentar ser uma pessoa melhor. Comentei com minha mulher que a confissão pode ter seu valor, mas a Igreja deveria pensar em introduzi-la na adolescência ou no inicio da idade adulta.No próximo mês, nossa filha fará sua primeira comunhão. Estamos felizes com isso, porque ela será cada vez menos a criança que se senta silenciosamente no banco da igreja, entediada com a missa, agarrada ao seu bichinho de pelúcia ou meio adormecida nos braços da mãe, e cada vez mais uma iniciada ativa na comunidade.

Nossa paróquia está a cargo do padre Chuck. Padre Chuck é uma pessoa a quem o papa Bento XVI e o restante da hierarquia deveriam prestar alguma atenção. Ele encontrou sua vocação já adulto e se tornou padre com mais de 50 anos de idade.

Na verdade, padre Chuck era casado quando jovem. Ele e sua mulher tiveram três filhos, e ela faleceu em 1969. Hoje ele tem vários netos e até bisnetos.

A experiência do padre Chuck como homem de família e profissional – passou 20 anos na Marinha dos Estados Unidos, tendo chegado ao posto de comandante – penetra nos seus interessantes sermões e no seu sereno modo de ser.

Não conheço a opinião dele sobre a obrigatoriedade do celibato, mas ele é claramente um exemplo de como a Igreja poderia resolver em parte o problema da sua perene escassez de padres, admitindo homens casados para o ministério. Enquanto no Brasil, nos últimos anos, as vocações vêm mais ou menos acompanhando o ritmo de crescimento da população, nos Estados Unidos o número de vocações novas caiu dramaticamente. E tal como o padre Chuck, os padres são cada vez mais velhos.

Há alguns meses, ele fez um sermão em que apresentou o pedido formal do bispado para coleta de fundos para ajudar a pagar acordos legais que a diocese firmou com vítimas abusadas sexualmente por padres, num valor de US$ 200 milhões. Padre Chuck parecia envergonhado com esse assunto, que teve uma cobertura negativa enorme por parte da mídia local. Minha mulher e eu não contribuímos com essa coleta.

Padre Chuck, outros padres que rezam a missa na paróquia de Ascension e o diácono, todos fazem sermões enfatizando a fé como instrumento para superar lutas pessoais e uma pessoa fazer de si alguém mais tolerante e amável. Nesse sentido são pregadores muito tradicionais. Ao sair da igreja um domingo, padre Chuck me saudou e a minha família, dizendo “sejam bons uns com os outros”.

San Diego e Tierrasanta, em especial, são áreas com uma forte população de veteranos militares, como o próprio padre, e no fim das orações de intercessão ele sempre reza pelos homens e mulheres das Forças Armadas e suas famílias. Há também intercessões pela paz mundial. Mas eu sempre me entristeço com o fato de nenhum padre fazer uma prece pelos civis inocentes mortos no Iraque e suas famílias.

Esta é uma religião patriótica que não criará revoluções. Anseio por padres com um maior conhecimento do mundo exterior e disposição para pregar sobre algo mais que a moral pessoal. Adoraria ouvir um sermão sobre os grandes intelectuais da Igreja do século 21, como o padre jesuíta Pierre Teilhard de Chardin, que reconciliou a revolução científica com a fé. Mas muitas pessoas não se interessam por esses assuntos. Assim, tento lembrar que “ser bom um com o outro” foi o que Jesus ensinou. Se conseguisse ter em mente essa simples mensagem, quão melhor poderia ser o mundo? Ao preparar os adultos para a primeira confissão dos seus filhos, ele insistiu para confessarmos também, e servirmos como um bom exemplo. Minha mulher não se lembrava da última vez que confessou, mas, no meu caso, sabia que tinha me confessado havia pelo menos 30 anos. Como muitas pessoas da minha geração, passei a maior parte do tempo falando mais com psicoterapeutas do que com padres.

Mas padre Chuck usa um bom argumento quanto a dar o exemplo. Talvez, algum dia, em breve, marcarei um encontro com ele para ouvir minha confissão e levarei comigo um dos livros de Teilhard de Chardin.

Fonte: IHU On-line: 20/04/2008

Sacerdote: as vantagens de uma profissão

Emprego? Negócio? Carreira promissora? Oportunidades? Profissão corporativa? Ramo civil? Ramo militar?

Bem, está na área de Empregos e Negócios. Você lê, você vê – é um vídeo – você avalia.

Avalie o conteúdo, avalie a linguagem, avalie o contexto.

Será a ressaca pós-neoliberal que provoca este tipo de anúncio?

Li e reli e não vi a “antiga” palavra “vocação”…

Sacerdotes podem ter uma carreira promissora
Profissionalmente, a vida de um sacerdote parece não oferecer muitas oportunidades. No entanto, como em qualquer profissão corporativa, a atividade exige qualificação com muito estudo para aquele que escolheu seguir a vida religiosa. Neste videocast, a repórter de Empregos e Negócios da Folha Maria Carolina Nomura fala sobre reportagem que destaca as atividades exercidas pelos sacerdotes, tanto no ramo civil como no militar (…) O padre que opta pela área militar pode exercer a profissão de capelão, com direito a salário. Além de celebrar missas em guerras e em missões de paz, o capelão dá apoio espiritual às tropas, sempre respeitando a religião de cada soldado…

Fonte: Folha Online: 06/04/2008 – 11h22

P.S.: Posso solicitar de meus amigos Luiz Roberto Benedetti e Brenda Carranza uma análise da notícia?

Recursos para o estudo do Islamismo

No Tyndale Tech de hoje, David Instone-Brewer – Tyndale House, Cambridge, Reino Unido – oferece recursos para uma aproximação honesta do Islã: Qur’an, Arabic and Islamic theology.

E ele diz: The following links aim for mutual understanding without weakness or compromise from either side. They represent a robust attempt to study the Bible and Islam whilst seeking to spread enlightenment rather than offence.

Os recursos estão divididos em 4 áreas:
1) Arabic language – Língua árabe
2) Qur’an & Hadith – Alcorão e Hadith
3) Islamic Beliefs and Practice – Crenças e Práticas Islâmicas
4) Apologetics between Muslims and Christians – Apologética entre Muçulmanos e Cristãos.

Para saber o que acontece em Roma

Um bom endereço é o blog Settimo Cielo, de Sandro Magister.

Também deve ser considerado o site, do mesmo Sandro Magister, chiesa.

Atualização/Update: 26.03.2009:
Devo observar, um ano após escrever este post, que Sandro Magister caminha e, decididamente, se encaminha para posturas cada vez mais apologéticas, anacrônicas e reacionárias… Infelizmente! Retiro a recomendação presente no título.

Sandro Magister por ele mesmo em Chi Sono:

Ho studiato teologia, filosofia e storia alla Facoltà Teologica di Milano e all’Università Cattolica del Sacro Cuore. Nel 1967 ho conseguito la licenza in teologia. Sono inviato del settimanale “L’espresso”, su cui scrivo dal 1974. Sono specializzato in informazione religiosa, in particolare sulla Chiesa cattolica e il Vaticano [sublinhado meu]. Ho scritto due libri di storia politica della Chiesa italiana: “La politica vaticana e l’Italia 1943-1978”, Roma, 1979, e “Chiesa extraparlamentare. Il trionfo del pulpito nell’età postdemocristiana”, Napoli, 2001. Sul blog “Settimo Cielo” scrivo dal maggio del 2003. Ma prima di esso ho creato il sito www.chiesa, di cui il blog è un corredo per i lettori italiani. Il sito www.chiesa, infatti, è diretto a un pubblico internazionale. Dall’autunno del 2002 è integralmente bilingue, in italiano e in inglese. Dall’autunno del 2006 è anche in francese e spagnolo. Il sito raggiunge una platea vasta e crescente di lettori: circa la metà in Italia, un terzo negli Stati Uniti, gli altri in tutto il mondo, dal Giappone all’Argentina, dal Sudafrica alla Svezia, dall’India alla Cina.