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Bombardeios no Líbano causam catástrofe ecológica

Os bombardeios israelenses sobre o Líbano, que já completaram dez dias consecutivos, provocaram uma crise humanitária e também uma catástrofe ecológica, com uma maré negra se estendendo ao longo da costa libanesa.

A mancha, que vai de norte a sul, foi formada pelo combustível que vazou das instalações bombardeadas por Israel, como a central elétrica de Yieh, poucos quilômetros ao sul de Beirute.

“A camada de óleo que contamina as praias de Beirute e do resto do Líbano vazou dos navios, das centrais elétricas bombardeadas e dos navios de guerra israelenses atingidos pelo ataque do Hizbollah”, afirmou o prefeito de Beirute, Abdel Melhem Ariss.

O ministro do Meio Ambiente, Yacub al-Sarraf, denunciou a “grande catástrofe ecológica, que ameaça a fauna e a flora”. Até agora, ainda não há uma avaliação da extensão exata da camada. “Entramos em contato com a ONU, com a Rempac [organização do Mediterrâneo] e com o Kuwait, que prometeu fornecer produtos químicos para absorver os combustíveis (cont.)

Fonte: da Efe, em Beirute – Folha Online: 22/07/2006

ASOR e AIA pedem a Israel e ao Líbano que preservem cidades históricas que são Patrimônio Cultural da Humanidade.

Duas entidades norte-americanas alertam os combatentes no atual conflito Israel-Líbano para a necessidade de proteger os sítios arqueológicos que podem ser atingidos e danificados pelos bombardeios em curso.

A ASOR – American Schools of Oriental Research – e o AIA – Archaeological Institute of America – urgem que os combatentes honrem a Convenção de Haia de 1954, sobre a proteção dos bens culturais em regiões de conflito armado. Israel e Líbano são signatários desta Convenção.

As duas entidades constataram que, no Líbano, as cidades romanas de Baalbek e de Tiro, o sítio arqueológico fenício de Biblos e a cidade de Anjar correm grandes riscos, enquanto que, em Israel, os sítios arqueológicos de Meguido e de Hazor e a antiga Acre da época das Cruzadas estão na mesma situação. Estes locais são Patrimônio Cultural da Humanidade.

Também o governo libanês, através do Ministro da Cultura Tarek Mitri, apelou à UNESCO, pedindo proteção para os ameaçados sítios de Baalbek e Tiro.

Archaeologists Call on Mid-East Combatants To Honor Hague Convention of 1954

The Archaeological Institute of America (AIA) and the American Schools of Oriental Research (ASOR) deplore the loss of innocent life in northern Israel and Lebanon and profoundly wish for a quick resolution of the armed hostilities in the area. We also urge all parties to the conflict to honor the terms of the 1954 Hague Convention on the Protection of Cultural Property in the Event of Armed Conflict and the principles of customary international law to protect the region’s rich archaeological, cultural and historic heritage. The Hague Convention calls on parties to armed conflict to avoid targeting of, and to minimize damage of, such cultural artifacts as monuments, sites and antiquities. The region of the Levant, encompassing the modern states of Israel and Lebanon, is rich in cultural remains of many time periods, including occupation sites of early man, sites of the Biblical period, Phoenician, Hellenistic and Roman eras, and sites of the Crusader, Byzantine, Islamic and Ottoman Turkish periods. This region embodies much of the early history of the three great religions of Christianity, Judaism and Islam, and contributed significantly to the development of the ancient cultures of the Eastern Mediterranean. Numerous sites in northern Israel and Lebanon have been inscribed on the World Heritage List and thus have been recognized for their contribution to human religious, historical and cultural values. Their preservation is an international priority. World Heritage sites include the Biblical sites of Megiddo and Hazor and the Crusader Old City of Acre in northern Israel. In Lebanon, the Roman cities of Baalbek and Tyre, the Phoenician site of Byblos and the Umayyad city of Anjar are also inscribed on the World Heritage List. These sites are all located within the area of military conflict and are therefore at great risk.

Amnistía Internacional – Comunicado de Prensa

18 de julio de 2006

ONU: El Consejo de Seguridad debe adoptar medidas urgentes para proteger a la población civil en el conflicto de Israel y Líbano

Amnistía Internacional ha instado hoy, 18 de julio de 2006, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a reunirse con carácter de urgencia con el fin de adoptar medidas para proteger a la población civil atrapada en el conflicto cada vez más profundo de Israel y el Líbano. La organización deplora que los Estados miembros del G-8 no hayan puesto la protección de la población civil por encima de la política en sus deliberaciones sobre el conflicto y condena la continuidad de los ataques contra civiles tanto por parte de Israel como de Hezbolá (Partido de Dios).

“En los últimos días se han intensificado de manera terrible los ataques contra la población civil y las infraestructuras civiles. Sin embargo, ha sido notorio que los dirigentes del G-8 no han hecho honor a su obligación moral y legal de abordar unas violaciones tan flagrantes del derecho internacional humanitario, que en algunos casos son equiparables a crímenes de guerra”, ha manifestado Malcolm Smart, director del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“Más allá del ejercicio de atribución de culpabilidades, lo que se necesita son propuestas concretas de acciones urgentes para poner fin a los homicidios de civiles tanto en el Líbano como en Israel”.

En concreto, Amnistía Internacional ha hecho un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para que autorice y despliegue de inmediato una misión de investigación de las Naciones Unidas en el Líbano e Israel con el fin de investigar los ataques contra la población civil y contra objetivos civiles y otras violaciones del derecho internacional humanitario. La misión de la ONU debe hacer recomendaciones concretas sobre las medidas que las partes implicadas deben adoptar para salvar vidas de civiles, incluida la consideración de si es necesario reforzar la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) que ya existe o desplegar una fuerza internacional de mantenimiento de la paz distinta, a fin de garantizar la protección efectiva de la población civil y de las infraestructuras civiles. La organización ha pedido asimismo al Consejo de Seguridad que ordene la suspensión de todos los suministros militares a Israel y Hezbolá hasta que todas las partes introduzcan las medidas apropiadas para garantizar que la población civil y los objetivos civiles no son atacados.

La misión de investigación de la ONU debe estar dotada de recursos adecuados. Deben llevarla a cabo investigadores imparciales que tengan la competencia necesaria en la realización de investigaciones criminales y forenses. Deben formar parte de ella expertos en los campos de la ciencia forense, la balística, los derechos humanos y el derecho humanitario. Todas las partes, tanto en Israel como en el Líbano, deben acceder a cooperar plenamente y permitir el acceso sin trabas de los expertos a personas, lugares y documentos.

En el Líbano, la población civil está pagando el precio más alto de la campaña de bombardeos israelí. Según los informes recibidos, al menos 200 civiles, entre ellos decenas de niños y niñas, se encuentran entre los aproximadamente 215 libaneses fallecidos como consecuencia de los ataques aéreos israelíes en el Líbano desde el 12 de julio. En el mismo periodo, el brazo armado de Hezbolá ha matado a 12 civiles israelíes, entre ellos un niño, en ataques con cohetes en el norte de Israel, además de 12 soldados. Cientos de personas, entre las que figuran muchos civiles, han resultado heridas en ambas lados.

Las fuerzas israelíes han llevado a cabo destrucciones en gran escala de infraestructuras civiles en todo el territorio del Líbano, eligiendo como objetivos y destruyendo deliberadamente decenas de puentes, carreteras, centrales eléctricas, el aeropuerto internacional y puertos, silos de cereales y otras instalaciones. Decenas demiles de civiles se han visto obligados a huir de sus hogares, especialmente en el sur del Líbano y en los suburbios de la capital, Beirut.

Hezbolá también ha mostrado desprecio por la vida de la población civil al disparar deliberadamente cientos de cohetes “katyusha” y otros contra ciudades y poblaciones del norte de Israel, que han ocasionado la muerte de varios civiles israelíes y heridas a muchos más, y han causado daños de consideración en viviendas y otros bienes civiles.

Fonte: Amnesty International

Irã é vencedor imediato no Líbano

Nas voláteis e sempre explosivas crises do Oriente Médio, já surgiram novos perdedores indiscutíveis. São civis no Líbano e no norte de Israel, vítimas de bombardeios e do lançamento de foguetes.

A curto prazo, o Irã emerge como um vencedor. A crise deflagrada pela provocação do grupo xiita Hezbollah e aprofundada pela resposta israelense mostrou a capacidade do regime de Teerã de estender os seus tentáculos. Não se trata apenas do seu apoio ao Hezbollah, mas da ampliação de oportunidades para atuar como um “player” regional.

Essas oportunidades foram abertas pela reação americana aos ataques do 11 de Setembro. As invasões do Afeganistão e do Iraque foram um presente de George W. Bush ao regime de Teerã pela eliminação de inimigos fronteiriços, o Talebã e Saddam Hussein.

Os iranianos se tornaram atores-chaves no imbróglio iraquiano e, ironicamente, ao lado de Washington, peças de sustentação de um governo xiita, lance fundamental para que a nova ordem tivesse um esboço de legitimidade.

O velho Iraque foi destruído. O novo é uma ciranda de caos e morte. A invasão americana que deveria ter sido a ponta-de-lança de um admirável mundo novo ganha cada vez mais contornos vietnamitas para os americanos.

Atolado no Iraque, o governo Bush foi perdendo a capacidade de atuação no Oriente Médio. Em outros casos, como na crise palestina, foi negligente por opção. O vácuo diplomático foi cada vez mais ocupado pelos iranianos, para a inquietação de regimes árabes conservadores e sunitas.

A crise libanesa apenas melhorou a posicao iraniana. De imediato serviu para tirar o foco do seu programa nuclear. Teeran espera que os desdobramentos desta crise inclusive dividam americanos e europeus, que estao relativamente unidos em uma postura cada vez mais dura nas negociacoes nucleares com os iranianos.

Velho Líbano

Com seus aliados sírios, os iranianos visualizam claros benefícios na degringolada libanesa, em particular devido à virulenta resposta israelense.

O Líbano da onda democrática que levou à retirada das tropas sírias se tornara um cartão postal deste admirável mundo novo tramado na cabeça de Bush. Agora temos novamente o Líbano dilacerado, velho de guerra. Damasco e Teerã deram o recado de que não podem ser marginalizados ou simplesmente colocados a escanteio no Oriente Médio.

Como no caso de Israel, ainda é cedo para dizer se iranianos e sírios cometeram um erro de cálculo com suas jogadas para tirar proveito da conflagração. Vale repetir que a situacao é volátil, e vencedores do momento talvez percam a longo prazo. Mas existem outros perdedores indiscutíveis, além de civis alvejados por bombas israelenses e foguetes do Hezbollah.

Perderam os que apostavam em uma primavera democrática no Oriente Médio. Eleições podem resultar em governos como o do Hamas, no caso palestino, ou de participação ministerial de grupos como o Hezbollah, no Líbano.

Foram alguns dos desfechos não intencionados por Bush quando ele decidiu criar impetuosamente um admirável mundo novo no Oriente Médio. Agora é o momento de reversão.

Como lembrou o editorial de quarta-feira do jornal The Washington Post, hoje no Egito existe o “apoio tácito” de Bush ao presidente Hosni Mubarak na sua campanha para esmagar o movimento democrático que floresceu no ano passado.

Como ninguém, George W. Bush alterou o status quo no Oriente Médio com a invasão do Iraque em 2003. O que será montado no lugar é tão incerto como um foguete Katyusha.

Fonte: Caio Blinder – BBC Brasil: 19/07/2006

País foi ‘despedaçado’, diz premiê do Líbano

O primeiro-ministro libanês pediu um cessar-fogo imediato entre Israel e os militantes do Hezbollah, afirmando que seu país foi “despedaçado”.

Fouad Siniora disse que mais de 300 pessoas foram mortas e outras 500 mil tiveram que deixar suas casas em uma semana de ataques israelenses.

“O país foi despedaçado. O valor da vida humana no Líbano é menor do que o de cidadãos de outros países? A comunidade internacional pode ficar apenas olhando enquanto o Estado de Israel nos inflige um castigo tão duro?”

O discurso emocionado de Siniora foi transmitido pela televisão do país na quarta-feira.

“Peço a vocês todos (a comunidade internacional) que reajam imediatamente… e forneçam assistência humanitária internacional urgente ao nosso país”, disse Siniora.

Siniora afirmou que vai pedir compensação a Israel pela “destruição cruel” causada ao Líbano.

Em uma entrevista publicada na quarta-feira pelo jornal britânico Financial Times, o ministro da Economia do Líbano, Jihad Azour, afirmou que os prejuízos sofridos pelo país com os ataques podem chegar a US$ 2 bilhões (cerca de R$ 4,4 bilhões).

Segundo ele, os ataques já danificaram estradas, pontes, telecomunicações, eletricidade, portos, aeroportos e até instalações da indústria privada, como uma fábrica de leite e depósitos de alimentos.

Os israelenses afirmam que estão lutando para por fim ao controle do Hezbollah sobre “as vidas dos cidadãos comuns nos dois lados da fronteira”.

O grupo virtualmente controla – ou controlava, antes do início do conflito – a fronteira libanesa com Israel.

O primeiro-ministro israelense Ehud Olmert disse que a campanha contra os militantes vai continuar “pelo tempo necessário” para libertar soldados israelenses capturados e assegurar que o Hezbollah não seja mais uma ameaça.

Fonte: BBC Brasil: 20/07/2006